Un fenómeno al servicio de la industria
Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos y los animales aprovechan el eco como soporte informativo y procedimiento de medición. Los murciélagos se orientan mediante el ultrasonido en el espacio. Los delfines localizan bancos de peces con frecuencias ultrasónicas de hasta 120 KHz y objetos bajo el agua y hasta están en condiciones de detectar la frecuencia cardiaca de los animales. La forma más antigua de medir el sonidotiempo de tránsito aprovechada por el hombre, es la de contar los segundos que transcurren entre el relámpago y el trueno para determinar la distancia a la que se halla la tormenta.